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El BCE ultima la fase de preparación para un euro digital

El BCE ultima la fase de preparación para un euro digital

  02·nov·2023

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Fuente: EFE Euractiv

El Banco Central Europeo (BCE) pasará en noviembre a la fase de preparación para un euro digital, que servirá de base para decidir sobre la implantación de esta forma electrónica de efectivo, informó este miércoles el organismo.

Esta fase, que comenzará el 1 de noviembre de 2023 y se prevé que dure dos años, incluirá «la finalización de las normas de funcionamiento y la selección de los proveedores que podrían desarrollar la plataforma y la infraestructura», añadió el BCE.

También comprenderá pruebas y experimentación para desarrollar un euro digital que satisfaga tanto los requisitos del BCE como las necesidades de los usuarios.

El BCE mantendrá el contacto con el público y con todos los interesados durante esta fase.

«Transcurridos dos años, el Consejo de Gobierno del BCE decidirá si pasar a la siguiente fase de los preparativos, a fin de disponer lo necesario para la posible futura emisión e introducción de un euro digital», dijo el BCE en un comunicado.

El comienzo de la fase de preparación no es una decisión sobre la emisión de un euro digital, recalcó.

El Consejo de Gobierno no considerará esta decisión hasta que el proceso legislativo de la Unión Europea lo haya hecho.

La Comisión Europea (CE) presentó a finales de junio unas propuestas sobre el marco legal del euro digital, que será un medio de pago legal y no sustituirá a los billetes y monedas de euro.

El BCE tendrá en cuenta todos los ajustes del diseño de un euro digital que pudieran ser necesarios como resultado de las deliberaciones legislativas.

De momento, el BCE ha diseñado un euro digital que sería muy accesible para los ciudadanos y las empresas mediante su distribución por intermediarios supervisados, como los bancos.

De hecho, el BCE insiste en que quiere hacerlo con los bancos, que serán los que obtendrán los euros digitales de los bancos centrales.

Los consumidores tendrán un monedero o una tarjeta en los que podrán cargar sus divisas digitales, hasta un máximo de 3.000 euros.

«Tenemos que preparar nuestra moneda para el futuro», declaró la presidenta del BCE, Christine Lagarde.

«Pensamos en el euro digital como en una forma digital de efectivo que pueda utilizarse gratuitamente para todos los pagos digitales y que cumpla los niveles de privacidad más estrictos. Coexistiría con el dinero físico, que siempre estará disponible, sin dejar a nadie atrás«, añadió Lagarde.

El euro digital sería una forma digital de efectivo que podría utilizarse para todos los pagos digitales en toda la zona del euro.

Sería muy accesible, gratuito para uso básico y disponible con o sin conexión a internet.

El BCE ha diseñado dos euros digitales, uno con conexión a internet con el que se podría pagar a través del móvil, y otro sin conexión a internet que podría cargarse en una tarjeta.

El euro digital ofrecería el máximo nivel de privacidad porque el BCE no tendrá los datos de los usuarios finales: sólo los tendrán los intermediarios, los bancos.

El BCE y los bancos centrales de la zona del euro no podrían ver los datos personales de los usuarios ni vincular datos de pago con particulares.

En el caso de los pagos sin conexión a internet, el euro digital aseguraría un nivel de privacidad similar al del efectivo.

El euro digital podría utilizarse en operaciones entre particulares, en los puntos de venta, en el comercio electrónico y con las Administraciones Públicas, según los planes del BCE.

UNA SOLUCIÓN DE PAGOS PANEUROPEA
«Dado que los ciudadanos muestran una preferencia cada vez mayor por los pagos digitales, tenemos que estar preparados para emitir un euro digital junto con el efectivo», afirmó el miembro del Comité Ejecutivo del BCE Fabio Panetta.

«Un euro digital incrementaría la eficiencia de los pagos europeos y contribuiría a la autonomía estratégica de Europa, añadió Panetta, que también es presidente del grupo de trabajo de alto nivel sobre un euro digital.

El euro digital estimularía la resiliencia, la competencia y la innovación en el sector de pagos europeo, dado el liderazgo de EE.UU. actualmente en los pagos digitales en Europa.

El BCE también considera que «ofrecería una solución de pago paneuropea para la zona del euro sujeta a la gobernanza europea».

Tendría su propia infraestructura, lo que reforzaría la resiliencia.